Cada vez que nos miramos al espejo nos suceden diversas cosas. Pero, ¿es sano mirarse al espejo? No hay una respuesta única para todas las personas. En la mitología griega, se cuenta que Narciso era tan hermoso que de tanto mirarse en el reflejo del agua terminó enamorándose de sí mismo. ¿A qué vamos con esto? En ocasiones, el exceso de vanidad puede tener efectos negativos para las personas. Pero tampoco sería bueno no mirarse al espejo o no darle importancia a las sensaciones que tenemos cuando vemos nuestra imagen. Por eso, es fundamental buscar un punto de equilibrio.

De alguna forma, conformamos nuestra identidad a través de nuestra imagen. En ese sentido, el espejo tiene una enorme importancia ya que nos permite vernos. Pero, ¿cómo mirarse al espejo? Es decir, ¿qué esperar de ese momento? Todas las personas lidiamos con aquello que vemos en el espejo. ¿Acaso hoy no nos vemos lo suficientemente bellos, tal como deseamos? Lo importante de todo este asunto es la autoestima. Ahora bien, ¿cómo se construye una autoestima equilibrada y sana para tener una vida mejor?

¿Cómo se conforma nuestra autoestima? Para saber si es sano mirarse al espejo, es importante conocer que la autoestima es el conjunto de percepciones, sensaciones, pensamientos y sentimientos que cada persona tiene sobre sí misma. Es fundamental que sepas que es algo que se puede trabajar, mejorar y potenciar, pero como todo, hay que dedicarle tiempo y esfuerzo para obtener grandes resultados. Pronto, vamos a contarte cómo trabajar tu autoestima en la terapia del espejo. En pocos pasos, vas a lograr excelentes efectos para tu autoestima.

Antes de continuar, te recomiendo que visites mi Blog. Cada semana publico un artículo sobre diversos temas vinculados a hábitos, tecnología y crecimiento. Vas a encontrar contenido para gente inquieta como vos.

¿Es sano mirarse al espejo?

¡Comencemos! La búsqueda de la perfección es algo que le pasa a muchas personas. Todos deseamos vernos atractivos. Pero el problema es cuando desde la infancia se ha depositado una gran parte de nuestra autoestima sobre nuestro aspecto físico. Porque mirarse al espejo una y otra vez hace generalmente que cada vez te quieras ver mejor. Y eso no está nada mal, si lo pensás desde el punto de vista de una búsqueda de mejora constante.

Sin embargo, si la tendencia anteriormente mencionada se potencia extremadamente, podrías estar frente a un problema delicado. ¿Por qué? El perfeccionismo, la autoexigencia y la valoración personal combinadas podrían ser negativas si en ningún momento destacaras tus aspectos positivos y siempre te focalizaras en aquello que te falta para estar todavía mejor. Esto podría traer aparejado como consecuencia una situación de angustia que justamente no permitirá un desarrollo sano de tu autoestima.

El hecho de vivir en una sociedad donde la estética tiene un peso enorme es parte del problema. Desde que somos niños se le da una importancia muy grande a cómo nos vemos. Las publicidades, por ejemplo, suelen tener estereotipos muy irreales y eso se vuelve muy cruel para todas las personas que piensan que eso es real y buscan la forma de alcanzarlo. Por eso, es muy importante ser conscientes que vivimos inmersos en una sociedad donde la cultura de la imagen es muy fuerte.

Sin darnos cuenta, estamos expuestos a grados de exigencia altísimos que pueden contribuir a herir nuestra autoestima. Por eso, a continuación vamos a contarte de qué se trata la terapia del espejo y de qué forma llevarla a cabo para sentirte mejor.

¿Qué es la terapia del espejo en psicología?

Es importante destacar que la terapia del espejo es una herramienta de mucha utilidad para mejorar tu autoestima. Te mostraremos una breve secuencia para que lo hagas en tu casa.

  1. El espejo. Para empezar, te sugiero que busques un momento apacible de tu día para sentarte frente al espejo. Es mejor hacerlo en esa posición, con un anotador y una lapicera, ya que el ejercicio te llevará varios minutos. Es importante que te sientas cómodo y que estés solo.
  2. Destacá lo positivo. En el momento de vernos, es normal que empiecen a fluir diversos pensamientos. Muchas veces, sin que nos demos cuenta, hacemos que predomine lo negativo por sobre lo positivo. Ahora bien, nuestra regla es que solo vas a anotar aquellos aspectos que consideres positivos en forma de lista. Te sugiero que anotes entre 5 y 10 cosas que te gusten.
  3. Mirate bien. Lentamente, te sugiero que vayas respondiendo una serie de preguntas mientras mantenés tu mirada en el espejo. Seguramente, la primera vez que lo realices sentirás cierta sorpresa o incomodidad, pero la idea es que poco a poco desarrolles la técnica y te sientas confortable en la situación. Ahora bien, las preguntas.
  • ¿Qué es aquello que más te gusta de la persona que ves?
  • ¿Cómo definirías a esa persona que te mira desde el espejo?
  • ¿Qué ves realmente en el espejo?
  • ¿Qué te gustaría cambiar de la persona que ves en el espejo?
  • ¿Cuáles considerás que son las cosas positivas que tiene la persona que ves?
  • ¿Conocés verdaderamente a la persona que ves?

Después de haberlo hecho, la idea es que busques la armonía y reconciliarte con aquello que ves. La terapia del espejo es un proceso que avanza gradualmente y los resultados irán apareciendo en el largo plazo. El día para comenzar a hacerlo es hoy.

¿Qué puedo decir frente al espejo? ¿Cuán sano es mirarse al espejo?

Si bien no hay fórmulas y frases clave para pronunciar cada día frente al espejo, hay algunas que pueden ser de enorme utilidad. Poco a poco, irás viendo que es posible y muy importante que busques las tuyas, aquellas que te hacen bien a vos, pero para comenzar vale la pena conocer algunas.

Mirarse al espejo es sano en la medida justa y en la medida en que realices los ejercicios de la terapia del espejo que potenciarán tu autoestima. Ahora sí, comencemos con algunas frases motivadoras que nos interpelen cuando estamos frente al espejo.

  • «Hoy quiero ser más feliz que ayer, soy una persona independiente, grandiosa e inteligente, vivo mi vida a mi propio ritmo». La aceptación y el optimismo respecto al futuro son un paso enorme para tu felicidad.
  • «Cada uno de mis errores son parte de mi crecimiento, me vuelven sabia y descubro formas de cómo no hacer las cosas». El reconocimiento de los errores te enriquece y saber eso, te potencia.
  • «Me valoro, me quiero y me respeto, hoy deseo alcanzar mis objetivos, ser mejor ser humano y ser capaz de brillar con mi propia luz». La humildad y la claridad para alcanzar tus metas te ayudará a conseguirlas.
  • «Merezco ser respetado/a por quien soy, no tengo por qué quedar bien con nadie más que conmigo misma». Reconocer tus características y saberte respetable y querida es algo que hace bien a tu psiquis.
  • «Soy una gran persona por dentro y por fuera, me siento inteligente, valiente y poderosa». Pensar en todo aquello que no se ve en el espejo es importante, porque también estamos hechos de características invisibles.

Cada una de estas frases son un buen puntapié inicial para comenzar la terapia del espejo.

Una breve conclusión

Para terminar, lo más importante es relacionarse adecuadamente con el espejo y por sobre todo, con nuestro cuerpo. Ni mirarse todo el tiempo en el espejo ni no mirarse jamás son soluciones, sino iniciar la búsqueda de la aceptación, reconociendo nuestras virtudes y pensando cada defecto como un camino a recorrer para mejorarlo. Pero sin ningún apuro, sabiendo que el camino del crecimiento de la vida conlleva cambios en el cuerpo. Porque el paso del tiempo hace mella en todos nosotros.

Espero que hayas tenido un excelente día y nos reencontremos en el próximo post.